miércoles, 30 de enero de 2013

Transmisión en una bicicleta


Para comprender cómo funciona la transmisión en una bicicleta de montaña, debemos tener claro el concepto de desarrollo de la transmisión. Un desarrollo es una combinación de plato y piñón que crea una proporción determinada entre el número de vueltas del eje del pedalier y el número de vueltas de la rueda, que se traduce en la distancia longitudinal recorrida por la bicicleta. Dicho de una manera más sencilla: es la distancia que recorre la bicicleta en una vuelta de pedal.

Si entrar en detalles matemáticos, con un desarrollo grande cada vuelta de pedal hace girar la rueda motriz más que un desarrollo pequeño, por lo que el desplazamiento de la bicicleta será mayor pero a costa de un mayor esfuerzo de nuestras piernas. 

En cambio, con un desarrollo pequeño se necesitan más vueltas de pedal para hacer girar la rueda y en consecuencia obtenemos un menor desplazamiento, pero también menos esfuerzo para moverlo. 

Por lógica, los desarrollos grandes son para descenso o velocidad en llano, y cuando se trata de comenzar a subir hay que ir seleccionando combinaciones plato/piñón que nos den desarrollos más pequeños para permitirnos subir sin problemas.


Rueda delantera


Piñones: Es cada una de las ruedas dentadas unidas a la rueda trasera y a través de las cuales se transmite la fuerza a la misma. Se utilizan para dar mayor o menor tracción a la rueda trasera, según el piñón seleccionado. Hay bicicletas con un único piñón, con tres, cinco, seis, siete y ocho. Yo nunca he visto una de nueve, igual existe, pero no es común. El número de piñones de una bicicleta depende del tipo de bicicleta y del uso que vaya a tener. Las bicicletas de ciudad no solían tener más que un sólo piñón, ahora es muy frecuente encontrarse bicicletas de ciudad con hasta 7 piñones, pero no es realmente tan importante. Para una ciudad como Sevilla 3 o 5 piñones es más que suficiente. Los piñones están ordenados por tamaño encontrándose el mayor de ellos, el nº 1, más cerca del eje axial de la bicicleta, es decir, más cerca de la rueda.

Platos: Los platos son las ruedas dentadas unidas a los pedales y su utilidad es similar a la de los piñones. Utilizarlos adecuadamente puede hacer que la bicicleta vaya más o menos deprisa y que se consiga con mayor o menor esfuerzo. Las bicicletas tienen, excentricidades aparte, desde uno a tres platos. Los platos también están ordenados pero de forma inversa a los piñones. En este caso el disco más pequeño sería el nº 1, que seguiría siendo el más próximo al eje de la bicicleta.
Cadena: Es la pieza que transmite la fuerza que ejercemos al pedalear desde los platos, hasta los piñones. La cadena se compone de eslabones entrelazados y formados a su vez por dos piezas de metal unidas por dos cojinetes.
Velocidades: Son cada una de las combinaciones posibles entre platos y piñones. Es decir, si una bicicleta tiene un sólo plato y tres piñones será de tres velocidades; una de tres platos y seis piñones sería de dieciocho, etcétera. Nunca confundáis el número de velocidades con la calidad de una bicicleta, no va a ser mejor por tener taitantas velocidades.
Desviadores: Son las piezas encargadas de intercambiar la posición de la cadena con respecto a los platos y piñones y de engranar así las diferentes velocidades. El desviador trasero actuaría sobre la cadena a la altura de los piñones y el delantero se encargaría de cambiar los platos.




Regla de oro:

  • No cruzar la cadena demasiado. 
  • Descender: plato grande, con piñones pequeños.
  • Plato intermedio, con piñones intermedios.
  • Ascender. plato pequeño, con piñones grandes.









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